MEXICAN BINGO
EL PARAGUAS
Año 1430, cuando la Tierra era plana.* * *
—De acuerdo a la Constitución Medieval de Herencias —declaró la jueza— lo único que la ley os otorga es el paraguas.
—Pero… ¿cómo? ¿Por qué? —reaccionó Julia Andresa— ¿Y todo el dinero de las propiedades?
—El dinero es para pagar nuestros honorarios —dijeron los abogados.
—Pero… ¿yo para qué voy a querer un paraguas? —cuestionó Julia Andresa— ¿Qué voy a hacer ahora?
—Ahora abandonad el juzgado y llevaos vuestro paraguas —ordenó la jueza.
—Pero… ¿y para qué voy a querer un paraguas? —salió protestando Julia Andresa. —¡Qué fuerte está el sol! —se dijo a sí misma—. Abriré el paraguas; siquiera que sirva de algo.
Reanudó su andar hasta que se hizo de noche, entonces comenzó el cielo a desgranarse. —¡Qué fuerte está la lluvia! —se dijo—. ¡Qué bueno que traigo el paraguas!
Siguió caminando hasta llegar al borde del mundo; de ahí saltó al vacío. Cuando iba en el viento se dijo: —Ah… no parece ser buena idea que me suicide; qué bueno que traigo el paraguas.
Abrió Julia Andresa Popins su paraguas, frenando
parcialmente su caída. Y al ser atrapada por una ráfaga interdimensional de moléculas
interactuantes aterrizó frente a una choza en un monte. —¿Hay alguien ahí? —preguntó.
—Soy Remigio Sol —le dije abriendo la puerta—. ¿En qué le puedo ayudar.
—¿Remigio Sol? ¿El escritor ficticio del futuro que menciona Enrique de Villena?
—Ah… no sé, creo que sí…
—Bueno —dice Julia Andresa (mi visitante del pasado)—, no venía a esto, pero… ¿Podríais escribir un cuento por mí? Se llama El Paraguas.
REMIGIO SOL 2017 ©