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La Forza Del Destino

TAXI 13Funny-Taxi-Driver-White-and-Khaki-Careers-and-Professions-CapsLongBeachLogo

CHOFER: Ponciano Isidoro

CIUDAD: Long Beach California

la_forza_del_destino_mugEra una de esas madrugadas vacías de trabajo y llenas de frustraciones protocolarias. Estacionado en una zona autorizada, recliné al máximo mi asiento y me quedé dormido.

Sería pasandito de las cuatro cuando me despertó mi celular.

Bu… eno —contesté.

¿Dónde está mi taxi? —preguntó una voz contaminada de autoridad.

Ah… ¿su taxi? ¿Tenía usted una reservación?

¡No se haga sonzo! ¡Claro que tenía una reservación a las cuatro, y ya son las cuatro con diez! ¿Dónde está mi taxi? ¡Mi avión despega a las cinco en punto!

Perdone; nadie me dio la información, pero si me da su domicilio voy enseguida por usted.

800px-Sant'Agata_01 CASA DE VERDIConteniéndose a medias para no insultarme por la ineficiencia de nuestra operación, el hombre me facilitó la dirección. Quince minutos después arribé a la Mansión Verdi.

¡Esta no es la compañía a la que yo llamé! ¿Dónde está la limusina?

Creo que usted llamó a otra compañía, señor. Pero ellos, como no tiene choferes en este horario, transfirieron su teléfono al mío—, le expliqué.

¡Abra la cajuela y suba las maletas! ¡Dese prisa, chofer!

MADRE DE NEGRO CON BEBESalió la esposa cargando un bebé, seguida por dos gemelitas de tres o cuatro años, y se acomodaron en el asiento trasero. El hombre se sentó adelante.

Mi pericia para conducir —y la evidencia de que íbamos a llegar a tiempo al aeropuerto— fueron calmando la frustración de los adultos, incluido yo.

En esa maleta pequeña que subió a la cajuela —me dijo el hombre—, van los sueños de toda mi vida. Es una versión moderna de la ópera La Forza del Destino, ¿Sabe de qué hablo?

No, no sé nada de ópera.

Casi nadie sabe, por eso nuestro grupo tiene la meta de no dejar perder ese tesoro tan valioso para la cultura del mundo. Pero tengo que estar en New York esta misma tarde. Si no, los empresarios van a elegir otra versión.

No se preocupe —le dije—, ya estamos llegando al aeropuerto.

Dé vuelta a la derecha —me dijo—. Vamos a volar con actores y guionistas en un charter privado.

En cuanto me estacioné, salió él corriendo a notificar que ya había llegado.

Abra por favor la cajuela y baje las maletas, —me pidió sonriendo la mujer.

Oprimí el botón del mecanismo, pero la cajuela no se abrió. Intenté abrirla con la llave, pero el resultado fue el mismo.

Apareció el hombre corriendo.

¿Dónde están las maletas? ¿Qué pasa? ¡El jet está a punto de despegar!

Lola Casariego¡El idiota chofer no puede abrir la cajuela, mi amor! —gritó la mujer.HOMBRE GRITANDO DE IRA angry-man-screaming

¿Cómo? ¿Qué? ¡Vamos, muévase, sonzo! ¡Abra la cajuela o le va a pesar!

Vinieron otros taxistas a tratar de ayudar; y hasta un mecánico del aeropuerto intentó abrir la cajuela con una barra, pero todo fue en vano.

gettyimages_85061000Ya se perdía el avión en el horizonte cuando la cajuela se abrió.

Llorando de ira, el hombre sacó sus maletas y caminó hacia otro taxi.

¡Te juro que te vas a acordar de mí —me gritó. ¡Te voy a hundir en la cárcel por estúpido!

Manejé sin rumbo por largo rato. Sin darme cuenta llegué a mi casa y me estacioné. Removí la llave de la ignición y me quedé dormido en el coche con ella en la mano.

driver-using-mobile-phone-001Ya pegaban los rayos del sol en el parabrisas cuando sonó mi celular por segunda vez. Era la misma voz del cliente, pero ahora sonaba extraña; quebrada por una emoción que no pude definir.

Se cayó el avión… no hubo sobrevivientes…

REMIGIO SOL 2013 ©

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GIUSEPPE VERDI

GIUSEPPE VERDI

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